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martes, 12 de enero de 2016

PARA IMITAR




Singapur. La ciudad de los leones, tal la etimología de su nombre, ha prohibido la venta e importación de chicle, lo cual hace casi imposible que sus habitantes lo puedan conseguir. Esta ley salió a la luz en 1992 y tiene como fin mantener a la ciudad libre de los residuos de chicle que hasta antes de la ley se encontraban por todos lados.

Lo siento por los productores pero es como el cigarrillo, lo que produce daño hay que erradicarlo, cuando camine por la Avenida Edén de la ciudad de La Falda, deténgase en el piso de la veredas para contemplar la pegatina.

Si embargo lo mas repudiable lo observé en la entrada del pasaje de la casa de Julietta en Verona que tiene todo el frente con gomas de mascar pegada en los muros. Verdaderamente repugnante.



 “Il muro pieno ci chewing-gum e scritte”

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