El año pasado la noche de reyes nos encontró en la ciudad de Córdoba, España, con la población total volcada en las calles para ver las carrozas que tradicionalmente desfilan en ese día, gran ciudad con hermosa población.
Pero anoche, la ciudad de La Falda, presentaba una imagen similar, colas en los negocios para adquirir los regalos como nunca he visto, faltaban los carruajes, pero casi era una ciudad monárquica, con noche de reyes y de consumo.
Lucen los presentes días con abundancia, como si se hubiera volcado la cornucopia de la fortuna
En la mitología griega, la cabra Amaltea crió con su leche a Zeus. De niño, mientras jugaba con uno de sus rayos, Zeus rompió —sin querer— uno de los cuernos de la cabra. Para compensar a Amaltea, al cuerno roto le confirió poder para que, a quien lo poseyera, se le concediese todo lo que deseara.
En nuestro país el cuerno de la abundancia esta incluido en el escudo de Mendoza
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