Salimos con Elsa a por los alfajores, bajamos la avenida Edén al tranquito, miramos la mayoría de los puestos haciendo una gran esfuerzo para soportar el nivel de la música, que bloquea todo entendimiento y placer del paseo.
Ya al ingreso en el extremo hacían jugar a los niños con caja destemplada a los gritos parlante de por medio del conductor del espectáculo, nada dijimos porque se malentiende cuando quien se lo hace notar es persona entrada en años.
En todas las ciudades Europeas, en todas, siempre hay una feria con comida típica, despacho de bebidas y venta de algunos artículos, en ninguna, nunca escuche propalación alguna, es el silencio el que acoge al visitante que puede oír sus pasos y puede conversar.
Así que huimos, por aquello de que visitante que huye sirve para otra exposición.
Caminando hacia el hotel Edén vimos muchas parejas de personas mayores caminando, pensamos son lo que no soportaron permanecer en la exposición.
Espero que hoy sábado alguien responsable del evento lea esto y mañana lo corrija, en cuanto a los Stand eran buenos y bien presentables.
Insisto además que se exija a las motos tengan sus escapes en condiciones de sonoridad, nada mas simple y mas justo por ellos como por los demás.
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