O TEMPORA O MORES

Ya no están, los cuatro cines de Busso, tres en La Falda y uno en Huerta Grande, los reemplazó la televisión y la  computadora, Rogelio, el último operador es un empleado municipal con quien converso porque nos une la lectura del diario La Nación.

El cine ilustra, muchos jefes de estado reciben instrucción mediante el cine, así aquí como allá, y hasta copian estilos y actitudes de otros que le precedieron en tiempo y lugar, claro aquellos terminaron bien pero ésta mal.

También ilustra cuando se ocupa de la historia, por supuesto si lo hace ajustado a los hechos tal como ocurrieron, pero desinforma y confunde si no los respeta, últimamente me toco ver algunas películas que tergiversan la historia.

En general se hace cine a partir de las miserias cotidianas, mostrando lo repugnante, aquello que carcome el espíritu, que muestra lo que no debiera ser, como habitual y propio, sin  instalar al mismo tiempo el mensaje de lo que no debe ser.

Me he detenido en las obras de Shaskespeare, y no me cabe duda que tal como dicen, alguien le acercaba parte del libreto ilustrado en cada obra, porque detrás de lo grandioso y trascendente, aparece lo simple y vulgar, como si uno y otro no fuera obra de la misma mano.

El cine deleita cuando muestra lo que es imposible ocurra en la vida real, por ejemplo que los patos hablen, y que al mismo tiempo entreguen mensajes criptados reveladores de los invisible.

Pero algunas películas, como decíamos entonces para no recomendarla, terminan mal.