Nada se parece mas a la revolución Libertadora, que en el año 1955 desalojó del poder al general Perón, se inició en Córdoba, con un golpe bastante cruento, cuando el país como hoy se encontraba dividido por mitades.
Ahora con votos a partir de una acción de gobierno nacional que aisló parcialmente a la provincia de los recursos para jubilaciones y obras pública, y que con eficacia se encargó el gobierno provincial de destacar.
Mientras el nuevo gobierno ya ha designado la mayoría de los funcionarios, que exhiben un alto nivel de formación, provenientes muchos del ámbito empresario, los que se tienen que ir muestran caprichosa resistencia para la partida.
Hegel dijo que el desarrollo histórico se regía por el eterno paso en tres etapas: tesis, antítesis, síntesis.
La tríada hegeliana lució con determinación, se resolvió por la antítesis, merced a los votos de la clase media recuperada, que alimentara indirectamente el gobierno saliente mediante la subvención a la pobreza y cuyos recursos ascendiendo consolidaron este sector.
Los que se van dejaron a los humildes y jubilados con subsistencia básica, casas de cinco pisos en villas, abundantes obras públicas y hartazgo, las arcas vacías y galopante inflación, ante el fuerte respaldo internacional del nuevo gobierno tal vez se reciban los camiones de dolares necesarios para paliar la posible crisis.
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