La foto no es muy buena, pero es lo que hay.
En la mañana del sábado vi que entregaban cachorros de perros en el centro de la ciudad de La Falda, algo que me alegra y también preocupa.
Si queremos una ciudad de excelencia poco van ayudar los perros vagabundos.
Son cuatro y el que falta no quiso salir en la foto, en la medida que los turistas abandonan sus perros se van acumulando, felizmente tenemos vecinos samaritanos que los alimentan y estos dejan sus señas con las deposiciones en los alrededores.
En cuanto a excelencia volvió la barredora mecánica, con doble comando, el conductor y a pie un guía que le señalaba lo que se debía repasar, en un trabajo a conciencia, sin que lo que diré consista un demérito, antes bien como algo gracioso a compartir, me recordaba los primeros automóviles en la ciudad de Buenos Aires, que debían ir precedidos con una persona a pie no se si con un silbato o con una campana.
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