Creo realizo un aporte beneficioso para la sociedad.
No tengo automóvil y no quiero tenerlo, el vehículo se ha convertido antes una carga que un beneficio, primero lo relacionado con su mantenimiento y luego el estacionamiento, pero además la renovación a mi edad, anual, del registro de conductor con varias jornadas de trámites de los diferentes estudios médicos, visuales, de audición y psicológicos.
Cuando comenzaron a circular los primeros autos en la ciudad de Buenos Aires, debía ser precedido por una persona haciendo sonar una campana, las restricciones en la actualidad no son las mismas
pero cada vez mas normas recaen sobre los automovilistas para complicarles la vida, por eso acompaño parte de un nota que extraje del diario El País de España, sobre los automovilistas mayores de 65 años:
Registran cuatro veces menos accidentalidad que los menores de 25 años y menos de la mitad que los conductores de 35 a 44 años. ¿Las razones?
Respetan más los límites de velocidad, no son agresivos en la conducción y aceptan mejor sus propias limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo). Recorren menos kilómetros y conducen menos por la noche.
http://motor.elpais.com/actualidad/mayores-de-65-anos-conduciendo/?por=mosaico
Asumo con alborozo mi condición de peatón ala espera de los autos autónomos, en los que se viajará sentado en un sofá, veremos cual es el ingenio para regular su uso.
El cuento siguiente esta relacionado con un control policial que le pide el carnet de conductor de una moto
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