Siempre pareció para nuestro clima semi árido que las lluvias eran insuficientes, pero no este año, donde se traspasaron todos los registros conocidos, ya en el límite de los diques en sus capacidades de almacenamiento.
Soy nacido en el año 1946, y en mi niñez había arroyos con permanente curso de agua, tal estamos comenzando a ver en estos días, se reabrieron algunas vertientes esperemos ver hasta cuando.
Ya habíamos perdido la vertiente del Chorrito, otra sobre el arroyo del hotel El Prado, El Ojito de Huerta Grande, La vertiente de Thea, los manantiales del el barrio Los Manantiales que es anterior a La Falda y se encuentra en la intersección con Huerta Grande, tiene ese nombre porque alli surgían naturalmente las aguas, ya ausentes en el año 1950 cuando nos instalamos con nuestra familia en el chalet El Overito.
Pero el ingreso de grandes masas de agua en los diques cuando estos se encuentran con sus capacidades cubiertas constituyen un verdadero riesgo, veamos hasta donde Zeus castiga.
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