TANGO EN LA FALDA

Los alumnos del Colegio Nacional de La Falda, en los primeros años de la década del sesenta, tuvimos la oportunidad de ser parte de los primeras fiestas de Tango que se realizaban en el antiguo anfiteatro, con techo de galpón que el viento se encargó de desmontar.

Se nos había encomendado la tarea de acomodadores, lo que nos permitió conocer tras bambalinas el tango real, algo que nos quedó incorporado para toda la vida.

Nació en realidad como una competencia del Festival de Folclore de Cosquín, con la misma duración y tuvimos la oportunidad de conocer a todos los cantantes y orquestas de primera línea de la época, el único que no vino fue Juan Darienzo, que se negaba a salir de Buenos Aires.

Los artistas ya agradecían en esa época del tango en retroceso que el pueblo de La Falda hubiese tenido la idea de organizar el evento que permitía colocar con relieve la música ciudadana en el orden nacional.

El mas notable para mi gusto fue Marianito Mores, y el mas lamentable Troilo, que debían acostarlo borracho como una cuba en el Hotel El Prado donde se alojaba.

Entre los encargados de realizarlo no recuerdo fueran los que hoy se dicen, si bien era un esfuerzo colectivo en el que eran parte todas la fuerzas vivas.

Sería bueno se diera a conocer el resultado económico, costo de las contrataciones, publicidad y recaudación del último realizado.

Hay que dejar que sean los  hechos los que hablen y no las palabras elogiosas sobre falsos éxitos.