La elección de un vicepresidente economista por parte de Don Ricardo Alfonsin, sorprendio a propios y extraños, hasta que la presidenta también lo imita y designa un vicepresidente economista.
Duhalde queda fuera de circuito, Lavagna no le aceptó convite y forma la formula con un hombre de ascendencia portuguesa traído desde la nieves del Sur, si bien no brasileño posiblemnente lo mas cercano a su idolatrado Lula.
Las señales en política son de doble cara, como Jano, tienen doble lectura y en este caso tres, como Hécate la diosa de la hechicería y reina de los fantasmas
Por eso la reflexión, si Alfonsin preanuncia al oficialismo o el oficialismo con su actitud lo señala ungido, o los que empardan el vicepresidente van al fondo y le devuelven el poder a Duhalde, el mismo que oportunamente le transfiriera por decisión personal tal como enfáticamente lo ha manifestado en reiteradas oportunidades.
El lector deberá resolverlo en su intimidad.
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