En el año 1964 egresé como bachiller del Colegio Nacional de La Falda, ya se había cambiado el nombre aunque se seguía llamando coloquialmente Liceo con el de fundación, como era el del gimnasio de Atenas donde enseñaba Aristóteles, y en muchas naciones así se siguen denominando algunas instituciones de enseñanza.
Presidi el Centro de Estudiantes y en tal carácter organice la primera reunión de egresados que tuvo un respuesta masiva, la cena la hicimos en el hotel Ideal.
Unos pocos años después se organizó otra reunión con asistencia limitada
Todo lo que soy se lo debo a la ciudad de La Falda, y al Liceo, su nivel académico, enciclopédico y humanista ha sido la base que me permitió desarrollar en todas las disciplinas sobre lo que he discurrido, el secundario era de cinco años y yo lo hice en seis para adquirir los conocimientos con mas firmeza.
Acto de colación
Baile de Gala.
Hay lugares que tienen magia, y la vieja casona donde funcionó el colegio en esos años la tenía, transcurrieron los años siempre en combate, los profesores fueron benevolentes y nos corrigieron, algunos como unos padres, en el último años éramos 21 alumnos, un profesor de quinto año, ingeniero Buonamico, nos vaticinó que alcanzaríamos nivel profesional dos o tres de nosotros, nos graduamos 16 con nivel terciario, por supuesto ninguno cum laude, la meta era llegar despacito sin mucho sacrificio.
Bien elegido era el uniforme, que lamento haya quedado en desuso
El modelo de virilidad era la del Dr. Vivas, quien decía que su pelada obedecía a un exceso de hormonas masculinas, público era su romance con una de las profesoras que nos tenía enamorados por su belleza, La señora de Cicarelli nos enseñaba Geografía con sus encantos, el señor Cajal Historia con su autoridad, el Dr. Medina Higiene con sus conocimientos, el señor Cabral profesor de Educación Física fue importante para nuestra formación como hombres.
El Dr. Bouvier era el rector, además daba Literatura de quinto año, posesionado nos leía las mejores líneas los escritores del siglo de oro España, ciertamente era una persona de gran sensibilidad a quien recuerdo con respeto. Gran fumador cuando se quedaba sin cigarrillo nos pedía a nosotros.
Separo la formación adquirida por influjo de los profesores que tuvimos con lo que vivieron del Colegio, que ciertamente no eran ni por asomo los mejores.
Tengo mucho mas para decir, que dejo para otra nota y así evitar competir con Juvenilla de Miguel Cané.
Hace treinta años cuando volví a La Falda, hable con el subdirector proponiéndome para dar alguna materia, sin novedad.
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