Ortega y Gasset decía, Argentinos a las cosas, o debiera decir Argentinos a la cocina, cuando no estén pintando o filosofando frente al ordenador, de este encierro nacerán muchos cocineros y entre diciembre y enero muchos bebes.
Los dioses hablan antes con los hechos que con las zarzas salvo que estés en el desierto y entiendas egipcio, y lo que vemos debemos decodificarlo.
Que mensaje leemos de esta pandemia, que destruye pulmones, un virus con forma de fullereno, la molécula esférica de carbono, como diciendo cuidado con el carbono que no lo dejará respirar, los humanos tienen la obligación de consumir el oxígeno, tan dañino para todo, salvo para los animales terrenos.
El éxito en las ciudades es evidente, diáfana, oxidada atmósfera, lo que falta determinar será si el calentamiento obedece a causas humanas o es un fenómeno cíclico, en el video que acompaña a mi libro Cosmogonía 2009, que precede a esta nota, digo lo siguiente:
Recien cuando el mar alcance al lago Vida, en el Valle Seco de Mc Murdo de la Antartida, y recupere quince kilómetros de tierra en el Sur de Chile, alcanzará el máximo histórico.
Mientras seguimos atentos a la evolución nacional de los contagiados que se monitorean en el mas alto nivel de gobierno, presidencia de la nación con los ministros del Interior y Jefe de Gabinete, con curiosa vestimenta, nieto de Antonio Cafiero, impecable que vestía como un dandy y que no debió morir nunca y todo lo que decía merecía ser escuchado.
Por ahora este virus nos permite vivir como los emperadores de Japòn, intramuros y nos vamos a acostumbrar tengo dicho, tal vez en el futuro nos cueste retomar la relaciones humanas.
Favor poner atención en la sencillez del entorno, en las paredes nada y en la mesa tampoco.
Dos mil años atrás invento el Mall nosotros el Delibery
Hoy vemos barcos voladores, en Nueva Zelandia, tal vez el arca de Noe que no logró puerto donde atracar.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar