En los tiempos de esplendor, Confitería La Falda, regularmente despachaba por tren una camioneta llena de cajas de alfajores que los veraneantes enviaban a sus amigos y familiares de Buenos Aires, eran los únicos, hoy son mas empresas, una antigua como El Molino de Oro, ha renovado su salón, con excelente buen gusto, merece verse.
La contracara son los hechos de ataques a transeúntes por motochorros, en la noche del martes, filmados han generado pavor en mi barrio, al ser compartido por WApp.
Mientras la temperatura de cálido de verano bajó a frío de invierno, otra vez las estufas en funcionamiento, claro que la llovizna mitigo en algo la sequía y los parques vuelven a los colores propios de la época.
Como menciono al Molino de Oro, aprovecho para peticionar se procure lograr el reintegro a la ciudad la muela del viejo Molino que se usaba para triturar las piedras con contenido de oro, que se encontraban en los jardines del hotel El Molino de Oro, y fue retirado.
Tengo en carpeta como propuesta la pista de aterrizaje para vuelos low coast en el bordo la Pampa, que es una pista natural, servicio Wi Fi en todo el pueblo, y la recuperación de la escultura en ladrillo del Puma frente al hotel Molino de Oro.
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