GRUPO DE LOS NUEVE
Mi padre decía un loco tira la piedra a un pozo y cien sabios no la pueden sacar
Cuando todo venía viento en popa, se construyeron cien salones nuevos en la ciudad de La Falda, todos o casi todos desocupados a la fecha, otros se incorporaran, por abandono de la actividad tanto de propietarios como de inquilinos, el auge que trajo el nuevo camino del cuadrado entró en espera, la clase media de los comerciantes es la principal afectada, pero no sólo aquí, sino en el mundo entero, en Estados Unidos en especial.
Pareciera que Uruguay y Paraguay, tal vez se beneficien, no sé Bolivia y Colombia, mientras Guyana se espera en explosivo crecimiento de más del cincuenta por ciento por el descubrimiento de los pozos de petróleo, si bien el petróleo ahora tiene muchos productores y pocos consumidores, y bajo precio, que restringe los beneficios, ya pasaron los gloriosos días cuando Chávez lo podía vender a 130 dólares el barril y anunciaba reservas para doscientos años, llegó a valer menos de un dólar hace unos días.
Nunca fue tan difícil transitar, los guardados se sienten de maravillas cuando contemplan las condiciones de vida extra muros, con tapa todo, y a distancia, haciendo cola para ingresar a los locales de venta, bancos, oficinas y otros etcétera, nunca tan cierto que la realidad supera a la ficción.
Si bien se encuentran en buen estado de salud, tanto el “caso cero” como todos los contagiados de La Falda siguen dando positivo para COVID19. El hombre que trasladó el virus a la ciudad desde Villa Dolores, Traslasierra, y su pareja ya fueron sometidos a tres hisopados y los resultados indican que el virus permanece. Lo mismo sucede con los restantes cuatro contagiados, quienes fueron hisopados dos veces hasta el momento: la primera cuando se detectó el virus y la segunda a los catorce días del contacto con el caso positivo.